Según expertos en sexología, puede tratarse de una falta de deseo primaria, cuando nunca se ha sentido mucho interés; o secundaria en la cual la persona solía sentir deseo sexual, pero ya no, pudiendo incluso encontrar el sexo repugnante. En ambos casos es recomendable buscar ayuda profesional ya sea de vuestro médico o farmacéutico.
Una de las causas más comunes es sin lugar a dudas el frenético ritmo de vida al que las mujeres están sometidas hoy en día, el estrés, la carga de trabajo, tareas del hogar, cuidado y educación de los hijos y un largo etcétera que provoca la falta o pérdida de interés sexual.
Otros factores pueden ser problemas de comunicación en la pareja, falta de afecto, discusiones continuas y falta de tiempo para poder estar a solas. Por otra parte se puede deber a haber recibido una educación sexual muy estricta, a actitudes negativas hacia el sexo o experiencias sexuales traumáticas.
Enfermedades o patologías como depresión, ansiedad, imsonomnio o la falta de ciertas hormonas y el consumo de algunos medicamentos también pueden contribuir de manera directa.
¿Qué podemos hacer para ponerle solución?. Lo primero que debemos hacer es enfocar la atención en mejorar la comunicación de pareja y optar por una dieta adecuada, está comprobado que una dieta equilibrada y saludable ayuda a mantener relaciones sexuales plenas y satisfactorias. Así que, ya sabes, apúntate a la Dieta Coherente.
Nuestra experta en nutrición Amil López Viéitez nos recuerda que no conviene abusar de productos azucarados, bollería industrial, bebidas gaseosas, ni grasas saturadas; reduce el consumo de café y excitantes, evita el tabaco y realiza 5 comidas diarias, incluyendo en todas algún alimento proteico (carne, pescado, huevo, fiambres, queso, etc.). El ejercicio físico a diario es un buen tónico del apetito sexual.
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Como posología se recomienda tomar de 1 a 2 cápsulas al día preferentemente junto al desayuno y/o almuerzo.